El Gobierno cede a la banca el reparto de los fondos europeos tras la bronca de la UE a Calviño
El Gobierno ha aceptado, casi dos años después, que la banca pueda participar en el reparto de los fondos europeos Next Generation. Así se lo comunicó este lunes Nadia Calviño a los presidentes o consejeros delegados de las principales entidades españolas. Esta decisión llega tras el enorme retraso en el reparto del dinero, que fue criticado duramente por los hombres de negro del Parlamento Europeo.
Fuentes conocedoras de la reunión explican que la vicepresidenta en funciones prometió a los primeros espadas de la banca que de aquí a fin de año elaborará un plan de acuerdo con el sector para diseñar la forma en que se canalizarán los fondos europeos a través de las entidades de banca, algo a lo que se había negado en redondo hasta ahora.
Se trata de una petición recurrente del sector financiero, que siempre ha defendido que la banca es quien está mejor preparada para repartir los fondos europeos, debido a la capilaridad de su red de oficinas y al conocimiento de sus clientes empresariales; una parte importante de este dinero se destina a programas para pymes.
Sánchez contra la banca en los fondos europeos
Sin embargo, hasta ahora el Gobierno se había resistido a permitir que la banca participara en este proceso. El sector financiero ha sido el chivo expiatorio preferido del Ejecutivo, con ataques constantes al sueldo de los banqueros, a la baja remuneración de los depósitos, a la subida de las hipotecas o a los «beneficios extraordinarios» derivados de las subidas de tipos de interés del BCE, que ha gravado con el famoso impuestazo que ahora Calviño pretende prolongar más allá de 2024.
Sin embargo, el fracaso del Gobierno en el reparto de los fondos por sus propios medios le ha obligado a rectificar. Por ejemplo, hasta abril sólo había entregado el 5% de los 35.000 millones de euros de que dispone este año.
En principio, la participación de la banca en el reparto de los fondos europeos se centrará en los préstamos por valor de hasta 80.000 millones que España puede solicitar si Bruselas aprueba la adenda al plan de recuperación que el Gobierno remitió en junio, a pesar de la convocatoria de elecciones. No obstante, como todavía queda por repartir buena parte de las ayudas directas, es posible que el sector también pueda colaborar en esta tarea.
En el encuentro, Calviño insistió en su petición a la banca para que eleve la remuneración de los depósitos y para que siga ayudando a los hipotecados con dificultades para hacer frente a la subida de los intereses: «No podemos dejar a nadie atrás», dijo la vicepresidenta.
Sin embargo, apenas se trató el tema estrella del sector: el impuesto y su posible prolongación. «Fue una toma de contacto tras las vacaciones, más formal que otra cosa, e incluso había representantes de entidades que no están sujetas al impuesto, como las cajas rurales», explican las fuentes.